Marina Espada

El medio del psicoanálisis es la palabra, por medio de la palabra nos constituimos. Pero que utilicemos una herramienta que utilizamos todos en nuestro día a día no quiere decir que sea lo mismo que tener una conversación en cualquier otro lugar. El espacio analítico es un lugar y es una relación distinta de cualquier otra, y nosotros los psicoanalistas nos valemos de un conocimiento profundo y de un uso específico del lenguaje que empleamos para dirigir el proceso de una cura.

Debido a que tratamos con personas y, por lo tanto, con subjetividades, no podemos medir el tiempo que una persona necesita para volver a sentirse mejor. Respetamos el ritmo individual del paciente, cada persona tiene su propio tiempo para adentrarse, explorar y comprender sus procesos internos.

En nuestra práctica terapéutica, adoptamos una perspectiva que no se basa exclusivamente en el tiempo cronológico, sino que nos guiamos por lo que llamamos «tiempos lógicos». Este enfoque implica que la duración de cada sesión de terapia puede variar de acuerdo con el momento y el curso del proceso terapéutico en sí mismo.
La razón detrás de este enfoque es profundizar en el entendimiento del paciente y en el trabajo terapéutico de una manera más auténtica y significativa. Al no estar limitados por un marco de tiempo estricto, se permite que la exploración de los temas surja de manera natural, sin interrupciones artificiales. Además, esto facilita una intervención directa con el inconsciente con cortes de sesión en el texto del paciente que responden a la necesidad y particularidad de cada caso y de cada sesión y que produce efectos subjetivos.

Para programar una cita para una consulta inicial puedes contactarme a través diferentes medios: llamada, mensaje de WhatsApp, correo o a través del formulario de contacto de esta página web. Encontrarás todos los datos de contacto al final de esta página.

Los efectos de cada terapia son únicos y, en muchos casos, impredecibles. Sin embargo, de manera general, los beneficios de la terapia a largo plazo suelen incluir una notable disminución del sufrimiento inicial que la persona experimenta. Esto va acompañado de un mayor entendimiento sobre las causas de su malestar y de un despojamiento de aquellos conflictos en los que se estaba estancado permitiendo llevar una vida más pacífica y acorde con uno mismo.

Como profesionales de la psicología nos regimos por la ética de nuestro marco profesional que dicta mantener la confidencialidad de todo lo que se comparte durante las sesiones de terapia. Esto significa que no se divulgará ninguna información sobre el paciente sin su consentimiento explícito, excepto en casos muy específicos que involucren riesgo para la vida del paciente o de otros, o cuando sea requerido por ley. Antes de comenzar la terapia, se discute y se obtiene el consentimiento informado del paciente, lo que incluye una explicación detallada sobre la confidencialidad y la privacidad de la información compartida durante las sesiones. Es importante para nosotros que la persona se sienta segura y protegida durante el proceso terapéutico.